Movimientos médicos en México

Por: Alfredo Covarrubias-Gómez. Méd. Esp., L. N., Inst. Fís. Gpal.

MOVIMIENTO MÉDICO, MOVIMIENTO SOCIAL

Empiezo puntualizando que la sociedad mexicana ha olvidado los movimientos sociales encabezados por el gremio médico y cómo estos movimientos han influido en las instituciones médicas de la nación. En palabras de Francisco Hernández-Orozco (2015) “(este evento) fué el primer movimiento social democrático en una sociedad principalmente urbana, sumisa y oprimida”.

Tal caso es en especial relevante por que se gestionó en un ambiente posrevolucionario, al término de la instauración de la reforma agraria, y la expropiación de la industria eléctrica. En un medio donde la volatilidad y el miedo formaban parte de la sociedad mexicana de la época, ya que se había vivido la violenta represión de profesores, pilotos y ferrocarrileros. Aunado a ello se conformó el movimiento guerrillero encabezado por Lucio Cabañas en Guerrero, el encarcelamiento de Siqueiros, entre diversos acontecimientos belicosos (Hernández-Orozco, F. 2015).

Este movimiento careció de filiación política alguna y se mantuvo alejado de las ideologías comunistas de la época, fué completamente pacífico, e impulsó la forma en la que se practicaba la obsolescente medicina mexicana. Al tiempo que puso en evidencia la incapacidad de los políticos para aceptar la necesidad de transformar instituciones con la finalidad de hacer frente a una sociedad demandante y carente de bienes y servicios fundamentales (Hernández-Orozco, F. 2015).

En 1938 nace la secretaría de salud. En 1943 se había fundado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) junto con el primer de los institutos Nacionales de Salud (Hospital Infantil de México). Más tarde nacieron el Instituto Nacional de Cardiología, en 1944; el Hospital de Enfermedades de la Nutrición, en 1946; el Instituto Nacional de Cancerología, en 1950; el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para Trabajadores del Estado (ISSSTE), en 1960; y el Instituto Nacional de Neurología, en 1964 (El sistema de salud mexicano, una historia de casi 60 años, s. f.).

En 1960 se iniciaba en forma errática el sistema de residencias médicas. Residente era el término empleado en esas fechas para los pasantes de medicina y los médicos internos. Estos profesionistas en las instituciones recién conformadas eran “mano de obra barata”, prácticamente gratuita, y carecían de horarios fijos. Tal injusticia promovió el movimiento médico referido y culminó con la modificación de la Ley General del Trabajo y el establecimiento de los Consejos Certificadores de Especialidad (Hernández-Orozco, F. 2015).

Este movimiento inicia por médicos pasantes e internos del recién construido Hospital 20 de Noviembre con la finalidad de acceder al pago de un ínfimo aguinaldo al que tenían derecho y mismo que fue negado. Estos médicos se organizaron 26 de Noviembre de 1964 en un paro de labores que no afectó a los enfermos (funcionaron con un sistemas de guardia mínima sin abandonar las áreas críticas, quirófanos, y urgencias). Recibieron el apoyo incondicional de los médicos de base, de las enfermeras y del personal paramédico; sin embargo, el subdirector médico del ISSSTE, de manera arbitraria, no autorizó el pago del aguinaldo de los “becarios” y fueron cesados 210 pasantes o internos (Hernández-Orozco, F. 2015). El paro duró 22 días (Gutiérrez-Samperio, C. 2016).

No obstante a las peticiones de diversos sectores del hospital para la reinstalación de los cesados las autoridades mostraron una negativa radical. Al paro se sumaron otros grupos de profesionales de la salud. Y tras la infructuosa intervención del Dr. Ignacio Chávez (rector de la UNAm en aquel entonces) . Se funda la Asociación de Médicos Mexicanos Residentes e Internos AC (AMMRI) y el 18 de Enero de 1965 en el “Aula José Terrazas” del Hospital General de México, la Alianza de Médicos de Mexicanos (Hernández-Orozco, F. 2015).

El 8 de diciembre de ese año (1965) se realiza la “Marcha del Silencio” por la Avenida Juárez hasta el Zócalo, con una distribución ordenada en la plataforma frente a Palacio Nacional. En esta participaron más de tres mil médicos, quienes durante su camino, fueron agredidos verbal y físicamente por provocadores pagados del sindicato de limpia y transporte (Hernández-Orozco, F. 2015).

Tras tres paros complementarios, despidos masivos de médicos, desprestigio del acto médico, y la amenaza presidencial durante el informe de gobierno motivaron la emigración de médicos dejando un número considerable de vacantes que cubrieron médicos extranjeros y esquiroles (Gutiérrez-Samperio, C. 2016).

Tal movimiento denota la presión ejercida por el gobierno ya que logró silenciar a la Academia Nacional de Medicina (órgano consultivo del gobierno Federal sobre temas relacionados con la salud) e incluso promovió que el presidente en turno felicitara al director del ISSSTE por su mano dura contra los médicos “rebeldes” (Hernández-Orozco, F. 2015).

Fue mucho lo que se logró tras este movimiento en cuanto a la recuperación de dignidad y respeto para los trabajadores de la salud. Se lograron mejoras en la enseñanza de los residentes y en la remuneración económica de internos, residentes y médicos adscritos. El aumento de los sueldos de los médicos en una institución como el IMSS necesariamente tuvo que repercutir en el incremento salarial en otras instituciones  (Gutiérrez-Samperio, C. 2016).

CONCLUSIONES

A raíz del movimiento médico de 1964 y 1965, los sectores urbanos tomaron mayor conciencia del papel que deberían jugar dentro de la sociedad. Su nivel de organización motivó a los movimiento estudiantiles del 1968 para el logro de sus demandas, y marcó la continuación de las luchas de la clase trabajadora urbana por cristalizar la democratización de las políticas sindicales y la apertura a un diálogo recíproco entre autoridades y gobernados (Cabello-Lopez, A., Gopar-Nieto, R., Aguilar-Madrid, G., & Juarez-Perez, C. A. 2015).

Las repercusiones de este movimiento en el ámbito académico también relevantes. Expuso la falta de coordinación entre instituciones académicas y laborales en materia de salud y demostró una desproporción entre la creación de edificios sin incremento en el número de médicos egresados que pudiesen cubrir la demanda asistencial. La década posterior al movimiento médico, el mercado laboral no pudo absorber el gran número de jóvenes que buscaban empleo, debido a que el número de egresados de las escuelas de medicina aumentó sin precedentes, producto de la apertura desregulada de las universidades públicas(Cabello-Lopez, A., y colaboradores. 2015).

A más de medio siglo las condiciones que viven los médicos de la nación no son diferentes. Salarios reducidos, denigración de acto médico por la sociedad, falta de empleo por los egresados, un sistema de residencias evidenciado como corrupto, demandas por negligencia, escasez de recursos materiales para la realización de diagnósticos óptimos y terapéutica efectiva, jornadas extenuantes (disfrazadas de muchas formas), multiempleo, depresión, adicción, suicidio, son constantes del día a día para los galenos mexicanos. Esto está dirigiendo a que la práctica de la medicina deje de ser atractiva y la juventud mexicana opte por otras carreras con mayor futuro.

REFERENCIAS

Cabello-Lopez, A., Gopar-Nieto, R., Aguilar-Madrid, G., & Juarez-Perez, C. A. (2015). Perspectiva histórica y social del Movimiento Médico de 1964-1965 en México. Rev Inst Mex Seguro Soc, 53(4), 466-471.

Gutiérrez-Samperio, C. (2016). El Movimiento Médico en México (1964-1965). ¿Qué pasa medio siglo después? Gac Med Mex, 152(s. n.), 124-134.

Hernández-Orozco, F. (2015). El Movimiento médico y la Alianza de Médicos Mexicanos. Quincuagésimo aniversario. An Orl Mex, 60(4), 211-216.

(s. a.). El sistema de salud mexicano, una historia de casi 60 años. (s. f.). (En Línea). Recuperado el 18 de Octubre del 2018 del sitio en internet http://www.salud.gob.mx/apps/htdocs/gaceta/gaceta_010702/hoja7.html

UnADM. (2018). Contexto Socioeconómico de México. Unidad 1 [Introducción al estudio histórico de México]. Material de consulta.

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Publicado por

Alfredo Covarrubias-Gomez

Médico Cirujano especialista en Anestesiología con alta especialidad en Medicina del Dolor y postgraduado en Cuidados Paliativos. Entrenador Físico Grupal especializado en baile aeróbico. Licenciado en Nutrición Aplicada

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